Ubicado en el vibrante corazón de la ciudad, este piso se localiza en un enclave rodeado de historia, ofreciendo una vista privilegiada de la Catedral de Burgos.
La vivienda ha sido meticulosamente reformada, con mejoras significativas en el aislamiento térmico y acústico, asegurando un ambiente de confort y tranquilidad. Las instalaciones de fontanería y calefacción han sido renovadas, junto con un sistema eléctrico que ha sido adaptado y ampliado a las nuevas estancias y funcionalidades, adaptándose a las necesidades contemporáneas.
El suelo de madera natural tratada, infunde un aire de elegancia atemporal, complementando la estética histórica del edificio.
El amplio salón dos ambientes, tiene dos estupendos balcones a la plaza de la Flora, y llena de luz la estancia, luz cálida e intensa a todas las horas del día.
La cocina, un triunfo de diseño moderno, está completamente equipada y cuenta con una península central que invita a disfrutar de comidas informales o aperitivos en compañía.
Con cuatro dormitorios dobles, diseñados para el descanso y la privacidad. El dormitorio principal, adyacente al amplio salón, dispone de un vestidor muy funcional y un baño con ducha espaciosa. Los dormitorios secundarios, situados en una ala separada, disponen de armarios empotrados y ventanales que bañan las habitaciones de luz natural, uno de ellos con la comodidad de un baño en suite.
La propiedad se completa con un tercer baño equipado con bañera, y un estudio adyacente a la entrada, ideal para convertir en despacho o apartamento independiente, añadiendo aún más valor a esta excepcional vivienda.
Este piso no es solo un hogar, sino una pieza de la historia de la ciudad, perfectamente adaptada para la vida moderna, en un edificio histórico con acceso accesible, listo para acoger a aquellos que buscan un estilo de vida urbano y elegante.
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